lunes, 16 de septiembre de 2013

Rumpler Tropfenwagen

El Coche Gota

Adelantado en su tiempo en conceptos de aerodinámica, un visionario de origen austriaco desarrolló y fabricó uno de los vehículos más extraños que se puedan ver.

Tras la Primera Guerra Mundial, cientos de plantas de fabricación de material de guerra se vieron obligados a reconvertirse para así solventar y satisfacer las nuevas necesidades que demandaba la población en tiempos de paz. Siguiendo ese rumbo y con la experiencia de diseñar aviones en el periodo de guerra, Edmundo Rumple logró diseñar un vehículo de extrañas formas, las cuales respondiendo a unas cuestiones no estéticas que le proporcionaban un aura de coche del futuro.

Modelo reformado
En 1921 era presentado el Rumpler Tropfenwagen en el Salón del Automóvil de Berlín, cita en que con mucho esfuerzo se intentaba dar un espaldarazo a la maltrecha economía germana tan castigada por las fuerzas vencedoras del conflicto mundial.

Los autos actuales desarrollan un índice de resistencia aerodinámica cercana a 0,26 cuando en la actualidad casi ningún modelo baja del 0,30 ó 0,25 en el mejor de los casos, plasmando el genial trabajo de Rumple con el diseño de su auto. El secreto de este Cx tan bajo, responde a la extraña forma del auto, que con su clara forma de gota vista de la perpendicular, lograba que la corriente de aire rodeara el vehículo hasta su extremos, logrando de esta manera que la presión en la parte trasera de la forma no sea mucho menor que en la parte delantera.

Modelo original
El genial diseño chocó con el pésimo trabajo de motorización, siendo un inicial 6 cilindros en W de 35 caballos el que empujara el Rumple hasta los 95 km/h, dejando paso al año de su fabricación a un más simple 4 cilindros en línea de 50 caballos, encontrándose motor y transmisión acoplados en la misma unidad.

Con un periodo de fabricación de cuatro años, fueron 100 las unidades fabricadas logrando mantenerse hasta nuestra época únicamente dos, las cuales bajo el techo del “Deutsches Museum“ y el el “Deutsches Technikmuseum” de Berlín, pueden ser visitadas y admiradas.

El Rumple tuvo su momento de fama, cuando en la película Metrópoli de 1927 - dos años después del cese de la producción del auto - , se le podía apreciar entre toneladas de escombros, quedando totalmente destruidos sin posibilidad de una posterior restauración.

Fotograma de la película "Metrópoli"
Como curiosidad, este auto disponía de un asiento principal para el conductor, y dos posteriores, siendo estos de carácter plegable, atributo que fue reconocido por el gremio del taxi, función que desempeñaron la gran mayoría de las unidades producidas.

Raro y eficaz.

Galería: Google.com

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